Por Fernando González Vásquez (2016)
El 2 de marzo de 1900, hace 116 años, nació en San Ramón ELISEO GAMBOA VILLALOBOS, hijo de Procopio Gamboa R. y María Josefa Villalobos.
Reproducimos las palabras pronunciadas por otro ilustre ramonense, don Fabián Calvo Zamora, el 2 de febrero de 1975, con motivo de la declaratoria de don Eliseo, como Hijo Predilecto del cantón de San Ramón.
“Para referirme a don Eliseo Gamboa Villalobos, yo no voy a hablar del hombre público, porque la trayectoria de la vida de un hombre público es muy discutida y ya todos sabemos quien ha sido don Eliseo Gamboa, como hombre público: sabemos que fue uno de los mejores diputados que ha dado este pueblo, lo conocemos como un orador insigne, que su oratoria han traspasado las fronteras patrias, sabemos que como hombre público ha sido elogiado, criticado, perseguido, calumniado, por haber sido hombre de ideales, quizá porque su firma está estampada en muchas leyes de la república y una de ellas, la que creó la Caja Costarricense del Seguro Social para el bienestar de todos los costarricenses, sin discriminación de ideas políticas.
Pero si voy a hablar ahora de la vida privada de mi amigo don Eliseo Gamboa. A don Eliseo me unen lazos muy fuertes, yo no diría de amistad, sino lazos familiares; don Eliseo fue un gran amigo de mi padre y de mi madre. Desde muy pequeño he visitado la casa de don Eliseo y puedo contarles que es una de las más humildes de San Ramón, allí puede observarse en la sala, un escritorio de modelo antiguo y con una vieja máquina de escribir. A un lado, un viejo armario donde se guarda un tesoro, que es la biblioteca de don Eliseo Gamboa y es lo más valioso de la cultura ramonense. Allá, al fondo de la casa, una galera donde se guardan herramientas de labranza, quizás las que empuñara cuando joven, como agricultor en el distrito de Santiago. En el patio de su casa tiene troncos cubiertos de orquídeas, allí se encuentra la guaria morada, la corona de reina, la mariposa y los toritos; allí luce el alcaraván, que es como un guardián y con su canto alegra el ambiente del hogar, porque don Eliseo, como toda persona culta, es un enamorado de la naturaleza, un gran defensor de la flora y la fauna silvestre. Al otro lado se encuentra el jardín, cubierto de flores, sembradas por las manos cariñosas de su hermana Eloisa.
La casa de don Eliseo es frecuentemente visitada por gente humilde, más que todo por campesinos, ahí he encontrado a la viejecita humilde que, con pies descalzos, en la mesa compartiendo el pan y la sal con los miembros de la familia. En esa casa he encontrado al estudiante de colegio, o al universitario que llega en busca del consejo o del dato histórico para complemento de sus estudios, o de un candidato a presidente que llega en busca de una pieza oratoria para su campaña pública.
Esa es la casa de don Eliseo, mi casa amiga, donde solo se encuentra bondad y sabiduría, esa es la casa del hombre público que habiendo desempeñado puestos públicos relevantes, no hace ostentaciones, viviendo en una mansión lujosa, ese es el reflejo de honestidad de un hombre que ha tenido que ver con los intereses de la nación. Su humilde casa es la herencia de sus padres, allí se respira un ambiente patriarcal, por eso de los gestos de la familia Gamboa Villalobos no me extraña, pues don Eliseo es descendiente de familias fundadoras de este pueblo, que han vivido aquí por más de un siglo y están firmemente arraigadas al terruño ramonense.
Este es mi homenaje, humilde pero sincero. Humilde porque no poseo el don de la elocuencia; sincero porque lo que no he podido expresar con palabras, lo he expresado con el corazón”.