SAN RAMÓN ¿Tierra de Poetas?


Por: Trino Barrantes Araya

Correo electrónico: camilosantamaria775@gmail.com


San Ramón es conocido en Costa Rica, como tierra de Poetas, ya que dentro de las actividades culturales importantes de este cantón se destaca la poesía. Muchos y muy importantes poetas costarricenses han nacido o han establecido su residencia en este cantón. El poeta más importante de la ciudad fue Lisímaco Chavarría (1878-1913), poeta adscrito al Modernismo; otros poetas son; Rafael Estrada Carvajal, (l901-1933) José Joaquín Salas Pérez,(1891-1970), Carlomagno Araya López (1897-1970), Emma Gamboa Alvarado(1901-1976) y Félix Ángel Salas Cabezas (1908-1948. Como un continum, la producción literaria de cada década ha tenido una serie de poetisas y poetas que expresan su propio sello y siguen afirmando esa identidad.


Que rasgos afirman y definen una región para que ésta se asuma, asimismo, como tierra de poetas. Tres elementos teóricos podemos tener a la base de esta gran interrogante. En primer lugar, la lectura a partir de las posibles hipótesis que nos permitan acercarnos a nuestro objeto de estudio; en un segundo momento, las variables históricas y, finalmente, los procesos identitarios respecto al tema en cuestión.


Veámoslo anterior en concreto. Para la primera aproximación, digamos que existen actualmente cuatro hipótesis que podrían servir de punto de partida:


• La primera hipótesis tiene como punto de afirmación la producción temprana del primer poema escrito en San Ramón conocido como el Testamento de Judas, y cuya autoría corresponde al padre García Carrillo.


• La propuesta de Dono Brenes. Parte de la hipótesis de que simplemente este nombre responde a las manifestaciones de la cultura del pueblo ramonense y consecuentemente a un proyecto de vida asumido desde su cotidianidad.


• Una segunda hipótesis tiene como punto de anclaje, el trabajo que realizaba como Secretario Municipal el señor José Ascensión Moncada Cepeda, el cual tomaba las actas, adecuando su contenido en verso. De ahí que el presidente de la República el General Tomás Guardia, manifestara que, San Ramón era una tierra de poetas.


• Los DURÁN, por alguna razón especial a esta familia formada entre otros por Cristina, Marta, Lilliam, se les conoció como los “Poetas” y cuando uno salía de San Ramón, la gente lo referida como: ¡ah, de San Ramón, tierra de poetas!


En la variable histórica, tienen lugar una serie de acontecimientos que son muy importantes de tomarlos en consideración.
Surge como elemento anticipador el carácter liberal que desde un principio asistió a los pobladores ramonenses. Esta situación y su temprano vínculo con el centro del país, pese a lo inaccesible de las vías de comunicación, elevó muy pronto el carácter intelectual de los vecinos de San Ramón de los Palmares. Tiene igual sustento teórico la presencia de Julián Volio en San Ramón y la creación de su biblioteca y la facultad de Derecho que pronto atrapa a la intelectualidad ramonense. Un tercer elemento histórico es la forma temprana en que esta ciudad se vincula a la producción de periódicos y revistas. De este período se rescata el surgimiento de la Revista Surcos en los años 40, del siglo pasado. De igual forma, el surgimiento de instituciones de educación superior al grado de bachillerato, dan un marco de afirmación al por qué San Ramón se convierte tempranamente en un espacio de producción de poesía.
En lo que respecta a los procesos identitarios, un recorrido por la producción de los mismos textos nos afirma lo anterior.


La inserción de un texto o mejor del texto literario en el proceso de construcción de la identidad, no cabe duda que es una parte consustancial al grupo social, a las clases sociales en su devenir histórico, cultural, económico, político, ideológico y social. La literatura como acervo cultural no se construye abstractamente, tiene sus propios referentes y por eso, como tal, juega un papel esencial en los procesos identitarios, pues de todas formas, la literatura es así, parte consustancial de los rasgos definitorios y distintivos del lugar en que se produce. En el caso concreto que nos ocupa, la poesía ramonense está históricamente articulada con la formación social en la cual se construye. 


De ese período hasta la presente fecha, San Ramón se ha destacado como uno de los pueblos más cultos y sobresalientes, pues tuvo que instruirse bajo sus propios medios ya que la cultura que se desarrollaba en el resto del país, no llegaba hasta este sitio. Así surgieron grandes figuras en la literatura, en la ciencia y en el arte. Hombres y mujeres con un talante intelectual han dado cierto prestigio a este lugar. Tal vez este es el primer punto de partida para elaborar una posible hipótesis del por qué se nos llama tierra de poetas.


La epopeya, la poesía infantil aunque no con un gran desarrollo, forman parte de la estructura del quehacer lírico ramonense. En este orden y atendiendo a las condiciones históricas, geográficas y culturales en las que se afirma la identidad ramonense, da a luz un texto sumamente enriquecedor del quehacer poético de esta ciudad, el Testamento de judas DEL PRESBÍTERO Joaquín García Carrillo.
Cuatro grandes momentos afirman este quehacer poético del ramonense. La primera etapa, la de los poetas modernistas, cuyo rasgo esencial es la exaltación e idealización del paisaje. 
El segundo gran momento de la poesía ramonense tiene un referente casi que obligado, la influencia de Lisímaco Chavarría es evidente como parte de las huellas discursivas de esta segunda oleada.


Un tercer momento en la producción poética, es lo que podríamos llamar la generación del 50-60. La mayor parte de esta nueva oleada de poetisas y poetas, pertenece con gran fuerza a las décadas de los 50-60. ¿Poesía generacional o un nuevo marco de producción poética? En la constante de todos estos nuevos poetas, aparecen claros signos de ruptura con la herencia anterior. Las nuevas formas de expresión, la rebeldía ante los cánones de la tradición, la riqueza del lenguaje y el verso libre son algunos de los rasgos de los nuevos poetas ramonenses. Varios son los elementos que comparten los escritos de esta nueva generación. La percepción del mundo, la ruptura y un texto mucho más alternativo. Forman parte de un nuevo momento cultural, pues casi todos(as) son resultado intelectual de la nueva dinámica que experimentó la educación superior regionalizada. Bajo el alero de la Sede de Occidente, también es una generación adscrita decididamente a la lucha popular que inició en los años 70.

Aunque en algunos poetas se mantienen rasgos de la etapa anterior, estos forman una nueva generación, el elemento de ruptura, con la tradición anterior, constituye su punto de fusión: Trino Barrantes Araya (LEÓN TRIBA), Luis Antonio Chaves Jiménez, Eduardo Sánchez Trejos, Albán Jiménez Camareno, Nidia Marina González Vásquez, Roxana Reyes Rivas, Pablo Ureña Jiménez, Miguel Alvarado Arias, Freddy Rojas Lobo, Carlos Villalobos Villalobos y Magdalena Vásquez Vargas.


Un cuarto momento de la poesía ramonense, la cual forma parte de ese halo del por qué somos ciudad de poetas, es resultado de lo que podríamos llamar: “Poesía en los talleres” y de los “certámenes”. Aunque ya en el período anterior tenemos estas experiencias, sin lugar a dudas esta etapa se afirma por una sostenida práctica de los talleres literarios. Aquí la lista es muy larga. Un recorrido por la revista tertulia, órgano de expresión de esta nueva pléyade de poetisas y poetas moncheños, nos permitiría reconocer las nuevas tendencias de la lira ramonense.

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