Por Fernando González Vásquez
El 5 de noviembre de 1900 nació en la ciudad de San Ramón, Zacarías Alcides del Socorro Prado Quesada, hijo del hogar que formaron Pedro Prado y Amelia Quesada Zeledón, quienes contrajeron matrimonio en dicha ciudad el 31 de agosto de 1892. Pedro José Gómez cc. Pedro Prado, fue hijo de Teodora Gómez y era natural de Cartago. Músico y compositor, dirigió la banda municipal de San Ramón en la década de 1880 y también organizó una escuela de música. Es el autor de la jota “La Ramonense”, famosa parrandera utilizada como música para las mascaradas. Fue quien dio sus primeras lecciones a su hijo.
Alcides hizo su escuela primaria en San Ramón y en 1911 ingresó al Colegio Salesiano de Cartago, donde estudió piano con Manuel de Jesús Freer y Eduardo Peralta. A los 15 años, en la Escuela Santa Cecilia estudió violín con Alfredo Morales y composición y armonía con Julio Fonseca. A esa edad compuso su primera obra musical dedicada a su madre.
En 1919, la compañía de ópera Brancalle, en gira por América y el Caribe, lo contrata como violista; cinco años permaneció en esta gira, hasta que en 1924, don Alcides se traslada a vivir a Panamá donde funda la Orquesta Alcides Prado; allí permaneció 8 años. Casó en 1929 con la costarricense Carmen Carvajal Martínez, a quien dedicó el fox-trot “Carmen”. En 1931 regresó a Costa Rica para hacerse cargo de la Banda de Alajuela y desempeñarse como profesor de música en escuelas y colegios. En 1940 fue nombrado Director Técnico de Música del Ministerio de Educación –cargo que desempeñó hasta 1948- y profesor del Conservatorio Nacional. En ese mismo año se fundó la Orquesta Sinfónica Nacional y desde entonces don Alcides se integró como violista.
De 1962 a 1977 fue el organista titular de la Catedral Metropalitana. Sus innumerables composiciones abarcan todos los géneros de su época: canciones populares y escolares, himnos, música religiosa, ópera, opereta, zarzuela, obras sinfónicas. Entre ellas se pueden citar:
La ópera “María”, la opereta “Aladino”, dos zarzuelas “Nuestra Tierra” y “Milagro de amor”. Todas ellas presentadas en el Teatro Nacional en varias ocasiones; “Milagro de amor” fue filmada en película.
Obras sinfónicas: “En el Palenque”, intermezzo indígena -premiado en concurso en 1933. “Dulce Hogar”, suite para orquesta de cuerdas -premiado por Artes y Letras en 1963. “Tamira”, poema sinfónico estrenado por la Orquesta Sinfónica Nacional en 1969. “Remembranza” poema sinfónico estrenado -en 1971- por la Orquesta Sinfónica Nacional bajo su dirección. “Suite indígena” para Orquesta de Cámara. “Cantata de la Independencia”, para banda, orquesta y coro -premiada en concurso en el año 1971. “Acuarela Guanacasteca”, para coro y piano, estrenada en el Teatro Nacional en 1967 en un concierto en el que solo se interpretó música de Alcides Prado. “Siguiendo la Estrella”, fantasía sinfónica navideña, estrenada en 1963 por la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro de la Universidad de Costa Rica.
Don Alcides compuso muchos himnos para escuelas y colegios; además el Himno de la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), el de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), el de la Unión de Músicos Costarricenses, el Himno al Deporte y el Himno a las Madres.
El último himno que compuso, a los 78 años de edad, ganó un concurso a nivel interamericano. Se trata del Himno Latinoamericano –con letra de Efraín Núñez Madriz- premiado en México en 1979, entre 23 himnos presentados a concurso por los países latinoamericanos. Esta fue la mayor satisfacción que recibió don Alcides en su vida como compositor.
En junio de 1983, el grupo Rescate Cultural Ramonense y la Municipalidad de San Ramón, rindieron homenaje a Alcides Prado Quesada, declarándolo “Hijo predilecto” del cantón. En dicha ocasión, tanto la profesora Corina Rodríguez López como doña Carmen Prado, se refirieron a la vida y obra del insigne compositor y se le entregó una bandeja de plata. Don Alcides murió en San José, el 9 de octubre de 1984.